Aquí os dejo mi versión de las mismas. Intuyo que de casa a casa pues variará un poco la receta y algunos podrán decirme que si a esto le ponemos bacalao se convierte en un potaje de cuaresma... Espero que os guste, sin duda, ricas están y tienen de todo: legumbres como los garbanzos con grandes virtudes garbanceras, espinacas ricas en fibra y vitaminas que nos ayudan a comer algunas de las famosas 5 raciones de frutas y verduras al día y bueno, algo de enjundia que si no, no sabe rico todo esto. Ya nos contaréis si os animáis con este rico y nutritivo plato.
Para elaborar esta receta, necesitamos:
* Dos ollas, una mediana y otra un poquito más grande.
* Sartén.
* Cuchara y espátula de madera.
* Colador o escurridor de verduras.
* Cuchillo.
* Tabla de cortar.
* Mortero o batidora tipo Turbomix.
INGREDIENTES
* 300 gr. de espinacas frescas (también se pueden usar congeladas o de bote).
* 200 gr. de garbanzos cocidos (yo usé de bote).
* 5 dientes de ajo.
* 1 cucharada de pimentón de la Vera.
* 1 cucharita de cominos molidos.
* 1 cucharada de vinagre de vino.
* Aceite de oliva para freír.
* 4 rebanadas de pan duro (no pasa nada si es del día).
ELABORACIÓN
* Primero escurrimos y lavamos bien los garbanzos para quitarles bien el líquido que traen en el bote. Los colocaremos en una olla con agua y les daremos un hervor para eliminar totalmente cualquier sabor no deseado. Una vez hecho, los escurrimos de nuevo y reservamos.
* Lavamos las espinacas por si les quedara tierra o cualquier suciedad. Las hervimos durante 10 minutos en una olla con abundante agua, removiendo de vez en cuando. Al finalizar el hervido (veréis que las espinacas van a quedarse muy pero que muy reducidas) las escurrimos muy bien con un colador o escurridor de verduras reservando parte del agua de la cocción de las espinacas.
Era una olla de 6 litros de capacidad y
casi no entraban los 300 gramos
Al cocerse ya veis que se van a poner
más pochas las hojas y los tallos...
Finalmente quedaron en nada!!!!
Reservamos una taza aproximadamente
de caldo de las espinacas
* Pelamos los ajos y en una sartén con abundante aceite de oliva, los freímos hasta que estén doraditos. Retiramos y reservamos.
* En la misma sartén, freímos las rodajas de pan. Es conveniente que el aceite esté bien caliente para que el pan se tueste bien y quede doradito. Si queréis evitar este paso, podéis tostar el pan y aunque el sabor no sea el mismo, el plato tendrá menos grasas.
* Ahora en un mortero o bien con la batidora vamos a machacar los ajos fritos, dos de las cuatro rebanadas de pan frito, la cucharita de cominos, el vinagre y adicionalmente un chorrito del agua de las espinacas. Va a resultar una pasta bastante seca que reservaremos. Por cierto, el sabor a cominos es característico de esta receta. Si sois amantes del comino podéis usar más cantidad.
Empecé poniendo poquito comino,
pero luego me animé
Lo mismo con el vinagre, eso ya es
al gusto del cocinero
Al final queda una pastita tal que así
* Con 6 cucharadas soperas (a gusto) del aceite que hemos usado para freír ajos y pan, vamos a cubrir el fondo de una olla mediana (proporcional a las espinacas y garbanzos) y ponemos a fuego medio.
* Este paso es fundamental hacerlo rápida y cuidadosamente: añadimos al aceite templado una cucharada de pimentón. Movemos ligeramente, para evitar que se nos queme (si se quema, hay que tirar todo y volver a empezar porque el sabor a pimentón quemado estropea cualquier plato) y añadimos rápidamente las espinacas bien escurridas.
* Rehogamos las espinacas con el pimentón, añadimos la pasta previamente hecha y removemos hasta que esté todo bien integrado. Si notáis que se queda muy seco, podéis añadir un chorro al gusto del agua de la cocción de las espinacas para aflojarlo.
* Finalmente añadimos los garbanzos y dejamos cocer 5 minutitos todo junto a fuego lento.
Este plato, como casi todos los de cuchareo, están más buenos al día siguiente tras haberlos dejado enfriar y reposar un tiempo prudencial. Se puede comer, por supuestísimo en el momento, pero claro cuando los sabores han reposado y se han mezclado bien es cuando mejor se aprecian.
Las espinacas con garbanzos se suelen acompañar de una rebanada de pan frito para "empujar" y son un plato bastante contundente, que aunque parezca poca cantidad, cunde y mucho! Aquí en Sevilla acostumbran a tomarlo en formato de tapa (yo creo que hay que tener mucho hambre para comerse un plato entero de esto y luego un segundo y un postre) con una cervecita bien fresquita.
Espero que os guste la receta y si la hacéis o queréis comentar algo siempre podéis hacerlo dejando un comentario aquí en el blog, por Facebook el grupo "Cocina Para Dummies", en Twitter en @wcupcakefactory o en Instagram wwwendoline. Muchas gracias por seguirme!!!