Aquí os dejo un rico bizcocho hecho a base de zanahoria y nueces, aunque la zanahoria no le da gran sabor, sólo hace que sea un bizcochito suave y cremoso interiormente. Queda, digamos al estilo de un brownie pero con un sabor totalmente diferente y adictivo... uno no se come un trozo y se queda así, tal cual. Quiere comerse medio bizcocho si lo dejan!
Además, al recubrirlo con este glaseado a base de queso y vainilla el bizcocho se convierte en algo dulce, sin llegar a aburrir porque vale que lo de fuera lleve mucho azúcar, pero el interior es normal, nada pasado de dulce. Si os apetece hacerlo os digo ya que vais a triunfar... está rico rico, aguantar, aguanta varios días fuera del frigo (ahora que hace frío jejeje) y no se reseca nada. Presiento que en mi casa no se va a resecar, porque tengo un bicho que se lo comerá antes de que le dé tiempo a endurecerse.
Por cierto, está rico recién hecho pero al día siguiente está mejor!!!! Espero que os guste y si lo hacéis que os quede igualmente rico!
¿QUÉ NECESITAMOS PARA ESTA RECETA?
Éste es uno de los moldes que compramos hace poco
en Lidl junto con más cosillas
INGREDIENTES
ELABORACIÓN
ELABORACIÓN DEL BIZOCHO
* Tamizamos los dos tipos de harina (veréis que la integral tiene como cascaritas, si se quedan en el colador, las volvemos a echar al cuenco que sólo queremos airear la harina) y las mezclamos con la levadura, el bicarbonato y la sal de forma homogénea.
Ésta es la harina integral, no se nota
pero es más oscurita y por eso quedará el bizcocho
más ocurito
Ahora la harina de trigo normal
Se ve la diferencia entre ambas harinas
1/2 cucharita generosa de levadura
Media de bicarbonato
Una pizca de sal
Y mezclamos todo homogéneamente
Esta es la base de un megarallador con el que
casi me rebano un dedo de lo afilado que está
* En un bol colocamos los dos huevos con el azúcar y con ayuda (o sin ella) de una batidora eléctrica de varillas empezamos a mezclar hasta que la mezcla blanquee.
* En ese momento seguimos batiendo (por eso lo de hacerlo con la batidora eléctrica) mientras añadimos el aceite poco a poco en forma de hilo.
* Añadimos una cucharada de miel y la canela y seguimos mezclando.
* Sin parar de batir (aunque a menos velocidad para que no terminemos llenos de harina o masa) empezamos a meter poco a poco la mezcla de ingredientes secos hasta obtener una masa densa y homogénea.
* Sacamos ya la batidora de todo este tinglado y continuamos agregando la zanahoria rallada y las nueces a la masa y mezclando bien con ayuda de una cuchara.
* Precalentaremos el horno por 10 minutos a 170º mientras engrasamos el molde que vamos a usar con mantequilla. Es bueno hacerlo de manera generosa para evitar que se pegue el bizcocho aunque estos moldes vienen provistos de un revestimiento antiadherente (o eso dicen).
* Vertemos la masa en el molde y alisamos la superficie con una cuchara. Horneamos durante 45 minutos y transcurrido ese tiempo, sacamos el bizcocho y lo pinchamos por la parte central. Si sale la aguja, cuchillo, etc limpio habremos terminado. Si no, seguimos horneando otros 5 minutos y así sucesivamente hasta que esté totalmente hecho.
* Es IMPORTANTE no sacar el bizcocho del molde inmediatamente, sino dejarlo dentro enfriando durante 20 minutos más o menos.
* Transcurrido ese tiempo, con ayuda de un cuchillito (de plástico para no rayar el molde) vamos a asegurarnos de que nuestro bizcocho esté bien despegado y vamos a darle la vuelta pero no en plan "a-le-hop" sino envolviendo el molde con un trapo, girando y desmoldando con cuidado. El mismo trapo nos servirá para agarrarlo porque seguramente siga un poco caliente.
* Lo dejaremos enfriar sobre una rejilla durante una hora o así.
ELABORACIÓN DE LA CUBIERTA
* Durante la elaboración del bizcocho yo dejé la mantequilla por la encimera para que fuera cogiendo temperatura ambiente. Se supone que tiene que estar blandita para empezar a trabajarla pero no desecha, así que nada de ideas geniales de meterla en el microondas, mejor partirla en trozos pequeños (taquitos) y dejarla al aire.
* Batiremos la mantequilla con la batidora eléctrica hasta que coja consistencia cremosa (es parecido a cuando montamos nata sólida, de tipo Ermol).
* Llegados a ese punto, le añadimos el queso crema y seguimos montando la mezcla.
* Cuando tenga consistencia cremosa añadimos la vainilla. En teoría lleva una sola cucharita de postre de vainilla pero llegados a estos puntos yo me emocioné y al probar con una como no me sabía a mucho le puse dos más. Ole, ole....
* Y luego, vamos a ir echándole a la mezcla sin parar de batir azúcar glass, entre 350 y 500 gramos hasta obtener una mezcla consistente, no líquida pero tampoco en plan "masacote" duro. Imaginad una bechamel que queda consistente como para croquetas... pues ese es el punto.
* Cuando esté lista, la metemos en una manga pastelera y la ponemos en la nevera (10 minutos o así). Esto lo hice para que se pusiera un poquito dura (ojo, que no la tuve mucho rato dentro) y en la manga monté una boquilla (plástica, ya sé que las mejores son metálicas pero estoy introduciéndome en estos mundos pasteleros poco a poco señores!!!!) y la dejé preparada para decorar mi invento. También dejé apartada parte de la mezcla en un bol para untarle al bizcocho con una paleta y un cuchillo.
IMPORTANTÍSIMO
Sólo se puede decorar el bizcocho una vez que esté FRIO COMO LAS PATITAS DE UN MUERTO porque en caso contrario el frosting se derretirá y os quedarán unos churretes poco atractivos que por muy bueno que esté lo que hay debajo no ganará muchos adeptos.
Aún estando frío, como estaba el mío, el frosting dijo que sí, "que te vas a quedar tú así ahí quieto encima de la tarta"... y se puso un poco rebelde pero finalmente llegamos a un trato.
Para recubrir el bizcocho yo lo dejé subido en su mini rejilla (lo admito, es pequeña, pero para las magdalenas va del 10) y puse debajo un papel de horno (una idea genial, dado lo que pringa el frosting y luego lo pegajoso que es para quitarlo). Con ayuda de la manga y la espátula fui extendiendo la cobertura poco a poco y con mucha paciencia. Alisando cual albañil la superficie y una vez que quedé conforme (o casi conforme) con el resultado lo situé en una bandeja bonita. Eso de adornar "in situ" con la bandeja bonita desde el principio nunca da buen resultado a menos que uno sea la "Marta Stewart" esta que hace todo "super-mega-chuli-de-la-muerte" y no es el caso.
Ahí veis la recubierta inicial, lo más
planita posible...
Ahí lo veis de lejos decorado ya
Y el detalle de los churretillos de la
manga pastelera
Un pedazo de pastel!!!
Finalmente, rematé con unas bolillas de colores (porque es que si no quedaba muy soso) de azúcar y con unos corazoncitos de azúcar que fui colocando uno de cada color, uno sí, uno no... que no es que los tiré y cayeron ahí tan artísticamente... y tachán!!!
Este bizcocho con forma de plum-cake estaba de vicio el día de hacerlo pero lo recomiendo para hacerlo hoy por ejemplo y comerlo al día siguiente porque sinceramente, mejora al reposar.
Espero que os guste la receta y si
la hacéis o queréis comentar algo siempre podéis hacerlo dejando un
comentario aquí en el blog, por Facebook eel grupo "Cocina Para Dummies" o en Twitter en @CocinaDummies. Muchas gracias por seguirme!!!