INTRODUCCIÓN HISTÓRICA
Diosito, como todo lo que tenga este libro hecho ahí esté así de bueno, voy a tener un problema. Bueno, yo no: mis amigos, mis familiares, mis conocidos y mis compañeros de trabajo... porque los voy a poner a todos gordos!!!!!
Aquí os dejo una adaptación de la receta original de Magnolia Bakery en la que me he permitido la licencia de sustituir unos cuantos ingredientes que no existen como tal en España o que son difíciles de conseguir y he traducido la receta original adaptando también las cantidades a las unidades europeas. Espero que la disfrutéis si la vais a hacer, porque esta tarta da placer sólo olerla mientras está en el horno.
¿QUÉ NECESITAMOS PARA ESTA RECETA?
La infraestructura
Para elaborar esta receta, necesitamos:
* Molde desmontable (base y aro) de 25 cm de diámetro.
* Papel de horno.
* Bolsa con cierre zip.
* Rodillo.
* Batidora de varillas.
* Espátula de plástico (lengua de gato).
* Cuenco grande para mezclas.
* Cazo pequeño.
* Horno.
INGREDIENTES
Los materiales de construcción
Vamos a necesitar, para una tarta de 10-12 servicios:
Para la base:
* 70 gr. (5 tbsp) de mantequilla derretida.
* 300 gr. (2 cups) de galletas de cacao sin azúcar trituradas; yo usé las Fibra Línea de Cuétara.
Para el relleno:
* 900 gr. (2 pounds) de queso crema Philadelphia (del normal, nada de light).
* 250 gr. (1 1/4 cups) de azúcar blanquilla.
* 5 huevos grandes (L), a temperatura ambiente.
* 30 ml. (2 tbsp) nata para montar (heavy cream en USA).
* 15 ml. (1 tbsp) de extracto natural de vainilla.
Para la cubierta:
* 45 ml. de nata para montar (heavy cream en USA).
* 125 gr. (4 oz) de chocolate negro puro Valor.
RECOMENDACIONES
Para que quede perfecta
* Los ingredientes tienen que estar a temperatura ambiente.
* Los huevos tienen que ser del tamaño indicado (L).
* La tarta no puede sufrir cambios bruscos de temperatura para que no se agriete, por lo que el precalentamiento del horno y el mantenimiento de la temperatura constante durante el horneado es esencial. Por este motivo, no se debe abrir el horno durante el horneado. Una vez completado el horneado debe dejarse una hora más con el horno apagado y la puerta ligeramente abierta, sólo un poquito para que el enfriamiento sea gradual. Igualmente, hay que esperar a que esté fría del todo para introducirla en la nevera.
ELABORACIÓN
Mano de obra
* Precalentamos el horno desde ya a 160º C (325º F).
* Comenzamos forrando la base del molde con papel de horno. Esto simplemente consiste en un poco de paciencia para luego no rayar o estropear el molde y evitar que se nos pegue la tarta al fondo. Simplemente, sitúa la hoja de papel de horno sobre la base redonda, cierra el molde con el aro y corta el exceso.
* Luego, metemos las galletas en una bolsa grande con cierre tipo zip y con ayuda del rodillo las convertimos en polvo!! Si tenéis un procesador de alimentos o trituradora, pues mira, más fácil. Sin embargo, tengo que decir que estas galletas se dejan "machacar" fácilmente, son muy buenas ellas, tanto que si te descuidas llegan del supermercado hechas polvo!!!!
* Derretimos la mantequilla en el microondas hasta que esté líquida y la mezclamos con el polvo de galleta uniformemente. Con estas galletas se nota cuando está, porque se humedecen y cambian de color a más oscuro.
* Acto seguido, las llevamos al molde y con ayuda de una cuchara y luego la mano, las repartimos uniformemente. Cuando ya estén bien dispuestas, metemos el molde en el horno a 160º durante 10 minutos para que se ponga crujiente. Una vez transcurrido ese tiempo, lo sacamos y dejamos enfriar sobre la rejilla. No apaguéis el horno, seguimos a 160º.
* Ahora en un cuenco preparamos la batidora eléctrica al mínimo de velocidad (es hiper importante, porque si la ponéis a toda mecha vais a meterle un montón de aire a la masa y no queremos eso, que si no luego la tarta va a tener burbujas y va a "explotar" durante la cocción, bueno, no seamos dramáticos... puede romperse). Batimos el queso con el azúcar durante 5 minutos a velocidad baja. Si os pasáis batiendo podéis cortar el queso, aviso.
* Una vez incorporados, añadimos los huevos uno a uno y teniendo en cuenta de que estén a temperatura ambiente (es importantísimo lo de la temperatura) porque si no cortaría la masa. Y cuidado, que el tamaño de los huevos importa. Sí, nunca creí que fuera a decir esta frase en una receta, pero la cantidad de líquido de un huevo M a un XL varía mucho y puede alterar la estructura de la tarta. También es importante que hasta que no esté bien agregado un huevo, no añadamos el siguiente.
* Finalmente, añadimos la nata de montar y la vainilla y con la espátula nos aseguramos de que todo esté bien mezclado, removiendo bien los bordes y parte baja del cuenco. Ya sabéis, donde no llega la batidora eléctrica.
* Vertemos el relleno en el molde sobre la galleta (si ya está tibia) e igualamos la superficie.
* Finalmente, vamos a preparar la cubierta. En un cazo pequeño calentamos a fuego medio-fuerte la nata hasta que llegue a ebullición, removiendo para que no se pegue.
* Una vez que haga burbujitas, le bajamos el fuego y ponemos el chocolate troceado dentro. Con ayuda de la espátula removemos hasta que quede totalmente disuelto. Apartamos y dejamos enfriar hasta que esté tibio.
* Finalmente, con ayuda de una cuchara vertemos el contenido del chocolate sobre la masa de relleno creando una fina capa de chocolate. Lo podéis dejar así o, como indica en el libro, coger un cuchillo o palillo y remover creando un "remolino" y mezclando las dos masas.
* Con el horno precalentado a 160º meteremos la tarta durante 1 hora aproximadamente. Es muy importante que la tarta no sufra variaciones bruscas de temperatura para que no se rompa o le salgan grietas. Yo no tuve nada de cuidado (y me quedó muy artística como véis) pero lo que indica la receta es que NO SE ABRA EL HORNO durante la cocción.
* Transcurrida una hora, para saber si nuestra tarta está al punto o no, tenemos que observar lo siguiente: que los bordes estén hechos y al mover el molde el centro aún se mueva como una gelatina, suavemente. Si está todavía los bordes muy flojos, conviene hornear por 10 minutos más y así sucesivamente hasta que demos con el punto.
* Obviamente, dar con el punto es la cuestión. A mí me dio la impresión de que a la mía le faltaba tiempo pero no quería pasarme cocinándola y que luego fuera una "tarta piedra". Con 1 hora y 15 minutos bastó de tiempo. Todo depende del horno.
* Finalmente, una vez transcurrido el tiempo de horneado abriremos el horno sólo un poquito (podéis dejar la puerta trabada con una cuchara de palo) y dejaremos una hora más la tarta dentro del horno enfriándose. Pijerías de la tarta, para que no se rompa.
* Y una vez que pasa ese tiempo, la terminamos de enfriar fuera del horno. Cuando ya esté a temperatura ambiente, la cubrimos con film transparente y la refrigeramos durante 12 horas, teniendo la precaución de sacarla de la nevera 15-30 minutos antes de consumirla. Yo la dejé 6 horas y estaba divina... no digo más, todo está en vuestra "voluntad" para no tocarla!!!!
Al sacarla del horno...
ojo, que está subida y va a bajar!!!
* Y así quedó: puedo decir que el punto de suavidad no lo había visto yo nunca en otra tarta de queso. Parece mousse, fuera de bromas, es super suave, el sabor es sutil, nada dulce y tanto la parte alta como la base estaban crujientes!!! Eso de hornear las galletas le da el punto totalmente.
Espero
que os guste la receta y si la hacéis o queréis comentar algo siempre
podéis hacerlo dejando un comentario aquí en el blog, por Facebook el grupo "Cocina Para Dummies", en Twitter en @wcupcakefactory o en Instagram wwwendoline. Muchas gracias por seguirme!!!